firmamento,
la palabra callada
zapatos rotos
ahora qué
lluvia de meteoritos
esperanzas rojas
aquéllas, sí
cállate
qué sabes tú del amor
de esa copa absurda
envenenada
que a sorbos
se beben los amantes
como los hijos de verona
te acuerdas
de los años de luz
de los meses de espera
de los días verdes
y de las horas eternas
esos... yo no vienen
el tiempo se acabó
solo queda la agonía...
en paz descanses
alma mía