lunes, 19 de octubre de 2009

raza

raza
tú que cantas
yo que escucho
ellos que bailan
raza

gente
gente mía
y tuya
somos gente
raza
raza somos

nosotros
aquí en este aire
o allá en otro mundo
raza
gente
que va
y que viene
somos todos
raza
como tú
como yo
y nuestros hijos

somos una
india
aborigen
española
somos raza
américa
una
no dos
yo también soy raza

jueves, 8 de octubre de 2009

ciudad del sol


ciudad callada
con fiestas en el pecho
reposas junto a él
junto al atlántico irascible
que te mece
que te canta
y te dice mi adorada

ciudad remota
dentro de un todo
gigante como tu país
un hermoso panorama
es caminar por tus veredas
adornadas de soles y lunas
de esferas de calor
que te hace visible
ante el portento de los mundos

ciudad que canta
que baila
que finge
por eso eres el eco
el girasol
la beatriz americana
de una comedia divina
que te viste de primor

eres hija
de la más florida bahía
y hermana de muchas islas
que te visitan y te enamoran
le regalas hijos
le regalas tu color
se lo infundes en la piel
con tus rayos de todo el año

ciudad del sol
ciudad de sal y arena
de brisas maduras
de noches verdes
y atardeceres rosados
no eres mía
no eres de nada
eres de todos
la amante cálida
tropical
enclave caribe
en tierra de frío

no mía
no tuya
nuestra ciudad del sol

miércoles, 7 de octubre de 2009

besos

me gusta besarte
besarte la boca
besarte los pies
posar mi labios
dondequiera que haya tú

tu sombra,
tu pensamiento
el sudor de tu espalda
tu vagina humedecida
tu silencio empapado de orgasmos

me llena besarte
por eso te lleno de besos
por detrás
por delante
por arriba
y más

beso tu norte
con ganas de llegar a tu sur
para desacnsar en los sentidos
de tu arrogancia cuando te beso

te beso, te beso
arrastro mi boca
por cada recoveco
de tu silueta
de tu recuerdo
imaginando que sí
que te beso
algún día lo haré
más allá del pensamiento
lo único que tengo

noches

un racimo de recuerdos
colgado en la cocina
justo encima del fogón del alma
a la entrada de la tristeza

un viento que amanece en vela
soplando, soplando
no duerme
y al llegar el día
sigue soplando
llenando de frío
y de agonía
las entrañas recalcitrantes de la memoria

una estepa en el alma
un lupanar en las sienes
y una noche sin tregua
en un petate mugriento
en donde la virginidad se discurrió
al toque del alba
dejando una mácula escarlata
entre los placeres fortuitos
y un billete
convertido en orgasmo
encima del tocador

al día siguiente
la misma historia
ya sin la mácula escarlata

martes, 6 de octubre de 2009

popule meus

Dicen
que dicen
que dicen
que es el más viejo de la nación,
incluso más que la nación misma.
Pueblo de vapores
e incendios vespertinos,
de frescura
y aromas matutinos,
de lamentos
y espantos nocturnos.
Pueblo de hombres cavilosos,
trabajadores y sudorosos;
de mujeres lúcidas
y rostros enjutos,
miradas profundas
y severas;
de mujeres arropadas
por un luto perpetuo
más rígido que la noche;
pueblo de niños macilentos,
con miradas sufridas
y benignas,
mejillas forradas
por un manto de mugre
y desilución.

Pueblo
como cualquier otro pueblo,
pero diferente
como ningún otro pueblo.
Pueblo que es la memoria del país,
el registro civil de las fiestas,
de las guerras,
de las visiones.
Pueblo-libro
donde son anotadas
todas las cosas que ya han sucedido
y las que aun están por suceder.
Escritas en las páginas amarillopálido
de los vetustos libros
que se adormecen en la biblioteca municipal
o en las memorias titilantes
de los ancianos taciturnos
que adornan los portales sobajados
de las casas que se reparten
a lo ancho y a lo largo de la comarca.

Pueblo santo.
Pueblo elegido.
El nuevo pueblo de Dios.
Sus calles transpiran celo apostólico,
sus murallas derraman amor religioso.
Pueblo bendecido.
Escogido de Dios.
Luz de los gentiles.
Pueblo de santos y buenos sacerdotes,
de venerables y entregadas vírgenes,
siervas y mártires.
Lleno de hombres y mujeres de bien,
donde abunda el temor de Dios
más que los guijarros en los caminos.

Pueblo de piedad y misericordia,
donde el pobre come,
donde la viuda y el huérfano son sustentados
por la mismísima mano de Dios
a través de los buenos y abundantes samaritanos
que anidan en el pueblo.

Pueblo de santidad.
De sus entrañas polvorientas
han nacido mártires y profetas,
visionarios y místicos
que han dejado un maravilloso mensaje
de entrega sin par
a la labor de la Santa Comición.

Pueblo de vigilias pascuales,
de Via-Crucis y procesiones,
de adoraciones nocturnas,
diurnas
y perpetuas.

Pueblo.
Pueblo.
Pueblo.
Pobre como San Lázaro,
pero rico en manos y sudores.
Pueblo de zapateros,
panaderos,
peluqueros,
herreros,
curtidores,
talabarteros,
obrajeros,
carpinteros,
huisacheros,
curanderos,
sastres
y hasta marineros.

Pueblo de ánimas en pena
que deambulan por los caminos resecos
cuando las puertas y ventanas se cierran
al último toque de ánimas,
y desaparecen
con los primeros rumores del alba
al rezo del Angelus.

Pueblo variopinto,
multiforme.
Pueblo de pueblos.
Pueblo que duerme
en el rostro de los viejos
entristecidos ante el ocaso de la vida;
que despierta en las caras
de los niños juguetones
—flacos o rechonchos;
que sonríe en la adustez de sus mujeres
—agónicas,
robustas,
párvulas,
púberes,
maduras,
lozanas.
Claras,
morenas.
Altas,
pequeñas.
Alegres,
tristes.
Pueblo de mujeres.
Mujeres de pueblo.

Pueblo de casas contrahechas,
orientadas hacia el descanso del suelo.
De fachadas humildes
—la mayoría—,
de madera,
de palma,
de piedra,
de barro...
anchas,
lóbregas;
altas,
deplorables;
imperfectas
y cálidas;
toscas
y frágiles,
a merced del viento
o de las ominozas
temporadas de huracanes.
Parecen estar de pie
por gracia de la Misericordia.

Pueblo seco.
Las lluvias se someten
y obedecen los límites
que le demarcan las estaciones:
las secas.
las aguas.
Aquélla
más extensa que ésta.
Las gargantas del pueblo se secan,
se agrietan
y de sus hendiduras emanan
la necesidad y la precariedad.

No importa.
Nada importa
cuando se vive de la gloria
y de la gracia,
de la abundancia del amor de Dios.
Avemarías con huevos.
Plátanos con Padrenuestros.
Tres Credos como merienda.
Un memorare con té de canela.
La religión se deja tragar
cuando los alimentos escasean.
Los frutos de la piedad,
la perseverancia
y la paciencia
son más dulces
que las peras y las manzanas.

Popule meus.
Amado de Dios.
Amado de sus habitantes.
Popule meus.
Enterrado en la memoria
del mundo moderno,
pero vivo en el recuerdo de todo aquél
que ha caminado por tus calles.
Popule meus.
Nadie sabe desde cuando
estás anclado sobre el suelo firme.
Tal vez nadie lo llegue a saber.
Mas el día de tu destrucción
ha sido escrito desde antes que nacieras:
cuando la honra a tu Dios
sea borrada
de tus pensamientos primeros.

amor indeleble


amor indeleble
luz que sacia
alma que espera
el reclinatorio de mi alma
el altar de mis penas

tú, el divino
yo, tu sirvo maltratado
gozo
paz que endulza
que envuelve
que llegas
y te quedas
que vuelves si te vas

espejo de mi espera
suavidad que me satura
que me deja llegar
con respiros hasta tu casa


yo
tú otra vez
jesús

agonía

aquí estoy
agónico deleznable
en un rincón
de la soledad trágica
viendo la noche derretirse
en las paredes de la espera
agonía indómita
que mata y que mutila
silencio solemne
que ensordece
los murmullos de la ilusión

llegadas las sombras
languidece el alma
y las lágrimas se extienden
como una ensoñación
como un desvelo
como un espanto

navegan las circunstancias
buscando tierras de olvido
y alivio
y las gaviotas
que al cielo cuidaban
han huído
escapado tras el desamparo
de las nubes

nubes sin golondrinas
golondrinas sin cánticos
como lluvias veraniegas
sin solaz
ni nada
estos son los hilos
con que se atan
los pensamientos
en que se ahoga
sin requiebro
la luz del día

maldiciones

mi mente es un patio
allí convergen
deseo y voluntad
posibilidad y designio

arrastro maldiciones
y las abandono
en el portal de la hipocresía
entre los trazos
de pintura
de la pintora
que no pinta

ella es todo
nada de lo que no es
todo lo que no quiere ser
eso es
y se viste de bondad
como serpiente
vendiendo su manzana

es una lágrima
en la mejilla
es un espejo
en la pared
está
pero pronto ya no

es maldita
como su juego
como su sonrisa
como ella misma
maldita
eso es

begonias


he cultivado begonias en tus pechos
las he abonado
las he cuidado
las he repartido
las he dejado

tienen colores
amarillos, rojos
jamás las había visto
jamás las había palpado
son como seda
son como espasmos

no te importa
las he abandonado
he cultivado begonias
begonias en tus pechos
pero ya se han secado